Notas sobre la receta
Nasu Dengaku: berenjena glaseada al estilo japonés
La cocina japonesa está llena de platos con verduras, y el Nasu Dengaku (茄子田楽) es un ejemplo perfecto. Esta receta tradicional consiste en asar las berenjenas antes de bañarlas en una salsa agridulce de miso y caramelizarlas ligeramente bajo el grill. Con su textura fundente y su intenso umami, el nasu dengaku es una explosión de sabores que combina a la perfección con un tazón de arroz.
Un origen enraizado en la tradición Dengaku
El término "dengaku" (田楽) se refiere a un método de cocción en el que los alimentos se asan a la parrilla y luego se untan con salsa de miso. Esta técnica se remonta al periodo Heian (794-1185), cuando los trozos de tofu, verduras o incluso pescado se ensartaban en palillos y se asaban antes de untarlos con la salsa.
El nombre "dengaku" procede de las danzas rituales del mismo nombre, en las que los bailarines vestían trajes que recordaban la disposición de los pinchos tradicionales. Hoy en día, el nasu dengaku se ha convertido en una de las variantes más populares de esta técnica.
Un plato vegetariano de sabor intenso
Las berenjenas son especialmente populares en Japón por su textura que se deshace en la boca y su capacidad para absorber sabores. A la parrilla, se vuelve ligeramente ahumada y suave, mientras que la salsa de miso le añade una riqueza umami incomparable.
Las distintas regiones de Japón tienen sus propias variaciones de la salsa dengaku, pero lo básico suele ser lo mismo:
- Miso (blanco o rojo): para un profundo sabor umami.
- Mirin y azúcar: para añadir un toque dulce y equilibrar la sal del miso.
- Sake: para dar redondez a la salsa y suavizar el amargor del miso.
Nasu Dengaku en la cultura japonesa
El nasu dengaku es el plato estrella de los izakaya (bares japoneses) y suele servirse con sake o cerveza. Su rico sabor lo convierte en un plato popular entre vegetarianos y amantes del umami.
La berenjena también aparece en muchos proverbios japoneses. Uno de los más famosos, "秋茄子は嫁に食わすな" (Aki nasu wa yome ni kuwassuna), puede traducirse como "No des berenjenas de otoño a tu nuera". La interpretación varía: para algunos, significa que las berenjenas son demasiado buenas para compartirlas, mientras que otros lo ven como una advertencia sobre su supuesto efecto refrescante en el cuerpo.
