Fermentación japonesa: conocimientos ancestrales para el sabor y la salud

Fermentación japonesa: conocimientos ancestrales para el sabor y la salud

Imagine una cocina en la que los sabores son transformados por diminutos microorganismos invisibles a simple vista. Ésa es la magia de la fermentación. Más que una simple técnica de conservación, la fermentación está en el corazón de la identidad culinaria del país, transformando ingredientes sencillos en alimentos ricos en umami, ese preciado quinto sabor. Desde miso natto y tsukemono, cada producto fermentado cuenta una historia, la historia de un saber hacer ancestral transmitido de generación en generación. 

Hoy en día, estos productos fermentados suscitan un interés creciente en todo el mundo, debido a sus propiedades probióticas y a su papel esencial en una dieta equilibrada.

 

Índice

  1.  La fermentación en la cocina japonesa
  2. Los principales alimentos fermentados de Japón
  3. Proceso de fabricación de alimentos fermentados
  4. Beneficios de los alimentos fermentados para la salud 
  5. Incorporar alimentos fermentados a su dieta
  6. Conclusión

 

La fermentación en la cocina japonesa

La fermentación es algo así como la alquimia natural. Bajo la acción de microorganismos como las bacterias lácticas, las levaduras o el hongo koji (Aspergillus oryzae), los alimentos se transforman, desarrollando nuevos sabores y un valor nutritivo incalculable. Existen varios tipos de fermentación:

  • Láctico: perfecto para los encurtidos japoneses (tsukemono), para añadir acidez y un toque crujiente.

  • Alcohólica: esencial para elaborar sake y mirin, proporciona aromas sutiles y complejos.

  • Por koji: el hongo detrás del miso, la salsa de soja y el shōchū.

La fermentación japonesa no es nada nuevo. Ya en el periodo Yayoi (300 a.C.-300 d.C.) se practicaba para conservar los alimentos y potenciar su sabor. A lo largo de los siglos, las técnicas se han ido perfeccionando hasta convertirse en un pilar esencial de la gastronomía japonesa. Hoy en día, esta tradición milenaria sigue sorprendiendo a los gourmets de todo el mundo.

 

Los principales alimentos fermentados de Japón

Miso: El miso, una pasta fermentada a base de soja, arroz o cebada, es un alimento básico de la cocina japonesa. Su sabor varía según el tiempo de fermentación, desde el suave miso blanco hasta el más robusto miso rojo. Rico en probióticos y nutrientes, es la base de la famosa sopa de miso y también se utiliza para condimentar muchos platos.

Natto : Odiado por unos, adorado por otros, el natto es un alimento fermentado a base de soja cuya textura viscosa y potente olor no dejan indiferente a nadie. Rico en vitamina K2 y probióticos, suele tomarse en el desayuno con arroz y salsa de soja.

Tsukemono: Los tsukemono son verduras marinadas en sal, salvado de arroz o miso. Estos encurtidos acompañan casi todas las comidas japonesas, añadiendo un toque de frescura y crujiente que equilibra los sabores de los platos.

Shoyu (salsa de soja): Esta salsa marrón elaborada con soja fermentada es esencial en la cocina japonesa. Se utiliza para condimentar, marinar o como base de sopas y salsas. Su característico sabor umami, ligeramente salado, varía según el tipo (salsa de soja clara u oscura).

Sake: El sake es una bebida alcohólica elaborada mediante la fermentación del arroz. Tradicionalmente utilizado durante los rituales sintoístas, también es un acompañamiento habitual en las comidas. Existe en varias variedades, de seco a dulce, y suele beberse caliente o frío.

Amazake: El amazake es una bebida dulce fermentada a base de arroz, ligeramente alcohólica. Se sirve caliente y se consume sobre todo durante las fiestas o como tentempié reconfortante. Su dulzor natural procede del proceso de fermentación del arroz.

Mirin: Sake suave utilizado principalmente en cocina, el mirin aporta un toque dulce y umami a los platos. Es indispensable en la preparación de salsas para sushi, teriyaki o para desglasar verduras. Su baja graduación alcohólica y su sabor dulce lo convierten en un excelente complemento de las salsas saladas.

Kampyo : Imagine calabaza seca, rehidratada y transformada en una deliciosa cobertura que añade un toque sutil y sabroso a sus platos japoneses. El kampyo es un ingrediente esencial en recetas como makizushidonde aporta una textura tierna y un sabor suave.

Kuzu: La kuzu es un almidón extraído de la raíz de la planta kudzu, que confiere a los platos una textura suave y cremosa. Utilizado principalmente para espesar sopas y salsas, es un verdadero secreto de la cocina japonesa. Cuando se añade a salsas como el teriyaki o caldos kuzu crea una consistencia perfecta y un brillo apetitoso.

Shio-koji : El shio-kojiuna mezcla de sal, koji y agua, es un verdadero tesoro de la cocina japonesa. Este condimento fermentado se utiliza para marinar carne, pescado y verduras, añadiendo una incomparable profundidad de sabor. Al fermentar, libera aromas umami que realzan de forma natural sus platos.

 

Proceso de fabricación de alimentos fermentados 

En el corazón de los productos fermentados japoneses hay unos pocos ingredientes sencillos pero esenciales. Verduras, soja, arroz y koji son los ingredientes clave de esta alquimia culinaria. El koji transforma los almidones de los granos en azúcares fermentables, un proceso que permite a los microorganismos hacer su magia y revelar sabores profundos y complejos.

La elaboración de alimentos fermentados en Japón es un arte ancestral, transmitido a través de los siglos. Mediante técnicas como maceración lenta, salazón delicada o inoculación de arroz o soja cada etapa del procesose lleva a cabo con esmero. Estos métodos ancestrales permiten que los sabores se desarrollen lenta y naturalmente, transformando cada ingrediente en un tesoro de sabor y textura.

Los microorganismos (bacterias lácticas, levaduras, koji) son los verdaderos artífices de esta transformación. Metabolizan los ingredientes, creando sabores inimitables y valiosos nutrientes, como los probióticos beneficiosos para la salud.

La fermentación no ocurre porque sí. Tiene lugar bajo condiciones, en las que la temperatura y la humedad se controlan meticulosamente. Una temperatura moderada, combinada con la humedad justa, permite a los microorganismos trabajar en las mejores condiciones posibles.

Técnicas de fermentación : 

Maceración lenta: Técnica milenaria, la maceración lenta permite que los ingredientes desarrollen sabores ricos y complejos. Sumergidos en sal, vinagre o miso, fermentan durante varias semanas, creando sabores profundos y texturas fundentes, ideales para el tsukemono y el miso.

Salazón: A diferencia de la salazón cruda, este método utiliza una cantidad precisa de sal, a veces combinada con koji, para una fermentación equilibrada. Conserva la textura y enriquece los sabores, dando lugar a condimentos umami como el shio-koji.

Inoculación: La clave de la fermentación japonesa, la inoculación consiste en introducir koji en el arroz, la soja o la cebada. Este hongo transforma los ingredientes liberando azúcares y aminoácidos, revelando el umami del miso, el shoyu y el sake.

Las tradiciones locales desempeñan un papel fundamental en la producción de alimentos fermentados. Estas recetas, moldeadas por siglos de historia e influidas por el clima y los recursos locales, ofrecen una asombrosa gama de sabores. 

 

Beneficios de los alimentos fermentados para la salud 

Los alimentos fermentados japoneses no sólo son deliciosos, sino también verdaderos aliados para su sistema digestivo. Estos tesoros naturales son ricos en probióticosmicroorganismos vivos que favorecen la salud de la flora intestinal. Al consumir productos como el miso, el natto o el tsukemono, está ayudando a mejorar la salud de sus intestinos, facilitando la digestión y la absorción de nutrientes esenciales. Estas bacterias beneficiosas también pueden aliviar los desequilibrios digestivos y reforzar su digestión a diario.

Además de probióticos, estos productos contienen vitaminas, minerales yaminoácidos esenciales. El proceso de fermentación hace que estos nutrientes sean aún más accesibles para el organismo, mejorando su biodisponibilidad. Esto significa que el cuerpo puede absorber más fácilmente estas valiosas vitaminas y minerales, lo que mejora la salud general y ayuda a mantenerse en forma. Además, estos alimentos tienen propiedades propiedades antiinflamatorias antiinflamatorias, reduciendo la inflamación crónica que puede provocar diversas enfermedades.

Los beneficios de los alimentos fermentados no acaban ahí. Su riqueza en antioxidantes ayudan a combatir los radicales libres, protegiendo las células del envejecimiento prematuro y el desgaste. Además, los estudios sugieren que pueden tener un impacto positivo en salud mentalequilibrando los neurotransmisores y reduciendo el estrés.

 

Incorporar alimentos fermentados a su dieta

Incorporar los alimentos fermentados japoneses a su dieta diaria es un juego de niños. Empiece con clásicos como la sopa de miso, un alimento básico fácil de preparar. Basta con disolver el miso en agua caliente y añadir verduras o tofu para obtener una sopa rica en umami. 

Para el natto, mézclelo con arroz caliente y un toque de salsa de soja, o añádalo a una ensalada para un desayuno rápido repleto de bondades. 

En cuanto al tsukemono, ¿por qué no pruebas una versión casera con verduras marinadas en sal o miso para acompañar tus comidas? Estas preparaciones no sólo son deliciosas, sino que además añaden nutrientes extra a tus platos.

Cuando compre alimentos fermentados japoneses, opte por productos frescos y de calidad. Elija marcas conocidas (como alimentos Kohsei o Maruya, disponibles en nuestro sitio web) que respetan los métodos tradicionales de fermentación. Para conservar los productos fermentados, guárdelos en un lugar fresco para ralentizar el proceso de fermentación y preservar su sabor. El tsukemono y el miso pueden conservarse durante mucho tiempo, pero asegúrese de cerrar bien los tarros para evitar contaminaciones.

 

Combinado con las comidas diarias 

Incorporar alimentos fermentados a tus comidas diarias no requiere ninguna revolución culinaria. Para una cena equilibrada, combine la sopa de miso con arroz, verduras salteadas y una ración de pescado o carne. El tsukemono es un excelente acompañamiento de platos de arroz o sushi. Combinando proteínas, fibra y alimentos fermentados, puedes crear menús deliciosos y buenos para la salud. 

Los alimentos fermentados japoneses ofrecen una gran riqueza de sabores por explorar, así que atrévase a descubrir nuevas recetas y sabores. Pruebe distintos tipos de miso, desde el miso blanco suave hasta el miso rojo más fuerte, y experimente con una variedad de tsukemono de verduras. 

 

Conclusión

Los alimentos fermentados japoneses no son sólo una tradición culinaria, sino un auténtico viaje sensorial y de salud. Ya sea miso, natto o tsukemono, cada uno de estos tesoros fermentados ofrece un sabor único y beneficios excepcionales para su bienestar. La fermentación, practicada durante siglos en Japón, está en el corazón de la cultura japonesa, aportando sabores profundos y valiosos beneficios nutricionales a cada plato.

Al incorporar estos alimentos a tu rutina diaria, abres la puerta a un universo culinario rico y beneficioso. No solo disfrutarás de su incomparable sabor, sino que además estarás nutriendo tu organismo con probióticos y nutrientes esenciales.

Así que, ¿por qué no da el paso y descubre por sí mismo el fascinante mundo de los alimentos fermentados japoneses? Tanto si eres un entusiasta de la cocina como un simple curioso, es hora de aprovechar sus beneficios y añadir un toque de autenticidad a tus comidas. 

 

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