¡Sirve tu soba con una buena salsa tsuyu!
Más información sobre los fideos soba
¿De dónde proceden los fideos soba?
Los fideos soba son un producto japonés elaborado con harina de alforfón que se consume en Japón desde hace siglos. Sus orígenes se remontan al periodo Edo (1603-1868), cuando se popularizaron gracias a su rico contenido nutritivo y su facilidad de digestión.
Tradicionalmente elaborados conagua y trigo sarraceno, pueden tomarse calientes como sopa o fríos con salsa de soja. Hoy en día se pueden encontrar soba ecológicos y versiones instantáneas como las de Nissin. Su sabor delicado y su textura única las convierten en un plato japonés muy popular en restaurantes con estrellas Michelin y en casa.
¿Cuál es la diferencia entre soba y udon?
Los soba se elaboran principalmente con harina de trigo sarraceno (a veces mezclada con trigo), lo que les confiere un color marrón y una textura ligeramente granulosa. Son finas y tienen un sutil sabor a nuez. Pueden comerse calientes en sopa o frías con salsa de soja.
Los udon, por su parte, son fideos japoneses gruesos y masticables hechos con harina de trigo, agua y sal. Suelen servirse en un tazón de sopa caliente, acompañados de verduras, pollo o tempura.
¿Cuáles son los distintos tipos de fideos soba?
Hay varios tipos de fideos soba, según la proporción de harina de alforfón, los ingredientes utilizados y las especialidades regionales de Japón. He aquí las principales variedades:
- Ju-wari soba (100% trigo sarraceno): elaborados únicamente con trigo sarraceno yagua, tienen una textura más desmenuzable y un sabor intenso.
- Hachi-wari soba (80% trigo sarraceno, 20% trigo): Más blandos y fáciles de trabajar, son los más comunes del mercado.
- Cha soba: fideos de té verde con un delicado sabor y un característico color verde.
- Inaka soba: más rústica, con una molienda más gruesa de harina de trigo sarraceno, que le da una textura granulada.
- Sarashina soba: finos y de color más claro, se elaboran con el corazón del grano de trigo sarraceno, ofreciendo un sabor dulce y refinado.
- Towari soba: similar al Ju-wari soba, pero a menudo servido en restaurantes especializados con estrellas Michelin.
¿Cómo deben conservarse los fideos soba una vez abiertos?
Para conservar bien los fideos soba una vez abiertos, hay que protegerlos de la humedad y el calor para que conserven su sabor y textura.
- Soba seca: Colóquela en un recipiente hermético o vuelva a cerrar cuidadosamente el paquete original. Guárdela en un lugar fresco, seco y protegido de la luz.
- Soba fresca: guárdela en el frigorífico y cómala en pocos días. Si es necesario, también puedes congelarlos para alargar su vida útil.
- Soba cocida: Aclarar en agua fría, escurrir bien y guardar en un recipiente hermético con un poco de agua para evitar que se peguen. Se conservan hasta 2 días en el frigorífico.
¿Qué platos tradicionales se preparan con soba?
Los fideos soba son la base de muchos platos tradicionales japoneses, que se comen en distintas ocasiones a lo largo del año:
- Zaru Soba: soba fría servida en una bandeja de bambú con salsa de soja (tsuyu). Un plato refrescante, que suele comerse en verano.
- Kake Soba: Una sencilla sopa caliente con un caldo ligero, ideal para comidas rápidas de invierno.
- Tempura Soba: sopa de soba con crujientes gambas tempura, que suele degustarse en comidas festivas o en restaurantes.
- Kitsune Soba: Soba cubierto con abura-age (tofu dulce frito), popular en las comidas diarias de Japón.
- Tororo Soba: servido con tororo (ñame pegajoso rallado), apreciado por sus beneficios digestivos y consumido todo el año.
- Sansai Soba: servido con verduras de montaña (sansai), es un plato otoñal típico del norte de Japón.
- Nanban Soba: En una sopa caliente con pollo o pato, perfecta para entrar en calor en los días fríos.
- Cha Soba: fideos de té verde, que suelen comerse en ocasiones especiales o en restaurantes con estrellas Michelin.
- Toshikoshi Soba: plato de soba que se come en Nochevieja, símbolo de longevidad y renovación.
¿Cuál es la diferencia entre los fideos dibujados a mano y a máquina?
El secreto está en la proporción de agua y harina en la masa.
Los fideos hechos a máquina suelen contener alrededor de un 40% de agua, mientras que los hechos a mano contienen alrededor de un 50%. Es muy difícil obtener una proporción superior al 50%, aunque se trabajen a mano.
El agua permite que se forme el gluten en la masa, lo que confiere a los fideos su elasticidad y adherencia.
Además, cuanto mayor sea la proporción de agua, más rápidamente se rehidratarán los fideos, lo que acelera considerablemente el tiempo de cocción y reduce el riesgo de que se estropeen.











































