Colección: Salsas de soja japonesas

Los principales tipos de salsa de soja son :

• Shoyu: salsa de soja japonesa clásica, a menudo dividida en usukuchi (clara) y koikuchi (oscura).
• Tamari: Una salsa de soja más espesa, a menudo sin gluten.
• Saishikomi: Una salsa de soja rica, compleja y doblemente fermentada.
• Shiro: Salsa de soja ligera, utilizada para conservar el color de los ingredientes en los platos.

La salsa de soja japonesa (shoyu) suele ser más suave, ligeramente más dulce y de sabor más ligero que la salsa de soja china, que puede ser más salada y fuerte. La salsa de soja japonesa suele elaborarse con una mezcla de trigo y soja, mientras que la china utiliza menos trigo, lo que le confiere una textura más espesa y un sabor más fuerte.

La salsa de soja se elabora fermentando soja y trigo con agua, sal y fermentos (koji). El proceso de fermentación puede durar varios meses, o incluso años en el caso de algunas salsas tradicionales. Después, la salsa se prensa, filtra, pasteuriza y embotella.

Para el sushi, lo mejor es utilizar una salsa de soja ligera o usukuchi, que realza el sabor del pescado sin sobrecargarlo. También se puede utilizar tamari, sobre todo para los que buscan una opción sin gluten.

La salsa de soja es un ingrediente versátil en la cocina japonesa. Se utiliza para sazonar sopas, salsas, adobos, aderezos y como condimento. Por ejemplo, es esencial en platos como el teriyaki, donde añade profundidad umami, o para salsas para mojar como la que se utiliza en las gyoza.

Sí, puede sustituir la salsa de soja por alternativas comolos aminos de coco (para una opción sin soja y sin gluten) o tamari para quienes busquen una salsa de soja sin gluten. El miso diluido también puede sustituir a la salsa de soja en algunas recetas, ya que ofrece un sabor umami similar.

La salsa de soja debe conservarse en un lugar fresco y oscuro, como un armario. Una vez abierta, se recomienda guardarla en el frigorífico para conservar su frescura y sabor durante más tiempo.

Una botella de salsa de soja suele durar de 2 a 3 años sin abrir. Una vez abierta, se conserva bien en el frigorífico de 6 meses a un año sin perder su calidad, aunque es aconsejable utilizarla antes de 6 meses para que su sabor sea óptimo.